En primer lugar, quisiera dedicar mi primer post a un problema actual como es el de “la crisis de la deuda pública”.
La deuda pública es un instrumento financiero pasivo para el emisor público, que pretende captar todos los fondos posibles con el objetivo de poder financiarse. Todo ello, a cambio del pago en el futuro de una renta fijada con anterioridad. Puede haber tres tipos: deuda a corto plazo, deuda a medio plazo y deuda a largo plazo. En España existen una serie de títulos de deuda pública: las letras del Tesoro, los Bonos del Estado y las Obligaciones del Estado. En la siguiente imagen vemos las últimas rentabilidades de los títulos de deuda pública:
Para más información, aquís os dejo el link del Boletín del Mercado de Deuda Pública:
Situación actual de la Deuda Pública española:
El aumento del endeudamiento español en los últimos 10 años ha sido escalofriante:
De 2000 a 2009 nuestra deuda ha pasado de ser un 193% del PIB a ser un 366%.
En 10 años, nuestro nivel de endeudamiento se ha doblado. Además, tenemos que tener en cuenta que una economía pasa a estar en zona de peligro cuando su deuda alcanza el 300% del PIB.
El Gobierno de España ha presentado un informe sobre el ajuste fiscal y estructural que seguirá España en el año 2011. Aquí os dejo el link:
La deuda financiera ha incrementado la deuda pública:
Entonces, la deuda pública es el conjunto de deudas que un Estado tiene frente a particulares u otros países. Se trata de una fuente de obtención de recursos financieros e incluso, un instrumento estatal para paliar un problema puntual de falta de dinero. En los tiempos que corren los Estados se encuentran muy endeudados, por lo que se ha producido una crisis de deuda pública.
Pero para poder explicar este problema debemos primero contextualizarlo en la situación actual en la que nos encontramos: una crisis financiera global. Para que no nos resulte pesado explicar un entorno tan complejo, este vídeo nos lo resume en unos minutos:
Antes de la crisis financiera global, los países estaban muy atrasados respecto al pago de la deuda. Al producirse el colapso del mercado inmobiliario estadounidense, las consecuencias fueron nefastas para el mundo entero y los Gobiernos decidieron recurrir al gasto público. Por ello, gran cantidad de países han elevado hasta unos niveles muy peligrosos la deuda pública de sus respectivas economías. Este es el caso de Grecia o de España. En la actualidad, la deuda global alcanza los 156 millones de dólares (Grecia y España son las naciones más endeudadas). A continuación podemos observar el reparto global de la deuda pública:
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| La deuda pública en el mundo según el porcentaje del PIB de 2009 |
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| Incremento de la deuda mundial en los últimos 10 años. |
Endeudamiento global:
Este gráfico nos muestra la evolución del importe total de deudas de Estados Unidos como un porcentaje de su PIB desde 1925 hasta la actualidad. El crecimiento económico de las últimas décadas ha crecido sobre una base ficticia, ya que ha sido soportado gracias a la generación de unos niveles terroríficamente altos de deudas. Para solucionar la crisis actual, los Gobiernos se han arrojado a la boca del lobo: el sector privado de la banca ha pasado a ocupar el primer puesto como financiador del sector público. Pero, ¿qué otras opciones tenemos para salir de esta crisis sin endeudarnos completamente? Esta es la pregunta que nos deberíamos hacer.
El bienestar y el crecimiento han estado basados en el endeudamiento de los Gobiernos públicos, por lo que se ha pasado de tener unas elevadas cantidades de deuda pública a las mismas cantidades de deuda pública. Pero esta solución no es definitiva, simplemente es una argucia que puede permitir ganar tiempo pero esta deuda hay que pagarla.
El bienestar y el crecimiento han estado basados en el endeudamiento de los Gobiernos públicos, por lo que se ha pasado de tener unas elevadas cantidades de deuda pública a las mismas cantidades de deuda pública. Pero esta solución no es definitiva, simplemente es una argucia que puede permitir ganar tiempo pero esta deuda hay que pagarla.
